Por Franco Matías Ortiz
En esta pandemia mi compu se volvió un objeto que vuela por varias casas de la Villa 21 24 entre los pocos chicos que están cursando virtualmente.
En la facultad siempre escucho hablar de la educación pública pero, en mi experiencia, sé que una universidad pública no significa una universidad inclusiva.
¿Cómo podés decir eso?
Sí, mirá, en la villas de la ciudad son muy pocos los que logran pasar filtros como el CBC, tenemos que entender que los procesos de aprendizaje cambian cuando un chico viene de barrios vulnerables , la Universidad de Buenos Aires (UBA) con su elitismo y sus filtros intelectuales como el CBC (oculto tras un supuesto equilibrio para empezar la carrera) solo son creadores de la pobreza estructural.
Son pocos los jóvenes de barrios vulnerables que logran ingresar a una universidad atravesando por muchas trabas y riesgos en el medio (caer en adicciones, violencia policial, violencia intra barrial, entre otras), y los que lo logran suelen elegir universidades del conurbano, pero a eso se le agrega el gasto del viaje, que pocos pueden aguantar teniendo a la UBA tan cerquita… raro ¿no?
Lo que tenemos que debatir como sociedad es qué hacemos con la información: la volvemos para pocos o la abrimos para que el elitismo sea una opción y no un impedimento…
Hoy como un joven surgido de la villas de las ciudad de Buenos Aires solo quiero comunicar que deseo tener científicos, artistas, políticos que surjan de mi barrio. Pero está claro que estamos muy lejos de lograr eso por más que tengamos universidad pública.
Nuestra ideología de universidad pública está basada en la clase media. Muchos me dirán que vienen de otros países a estudiar a Argentina, pero suelen ser en su mayoría también de clase media o con una pobreza temporaria diferente a la pobreza estructural de nuestro país.
Sinceramente, creo que la pobreza necesita ser invadida de información, pero hoy en día seguimos creando espacios que solamente son aprovechados por cierto sector de la sociedad.
Sueño con que las carreras dejen de tener tantos filtros excluyentes porque hoy entiendo lo hermoso que es tener una profesión-vocación (secreto entre nosotros, tener un título me parece una burocracia estúpida lo que me interesa es la información y a partir de ahí decidir para qué usarla, esa es la clave). La información y el conocimiento te dan la opción de decidir, opinar ,crear, criticar; en fin… de ser libre.
Como estudiante, muchas veces siento que no comparto esa competencia rara que a veces se da. La realidad es que todos nos enfrentamos con piedras diferentes y es nuestra responsabilidad quitarle la piedra al que viene atrás.
Dejamos de pasarnos información entre académicos e inyectemos rebeldía informativa en las villas excluidas en este sistema.
Hoy veo a mis compañeros en Europa disfrutando su no cuarentena , a mis amigos de la villa los veo haciendo fila en un comedor pidiendo computadoras para poder cursar y crédito para tener Wifi. Gran diferencia ¿no? Entre quien tiene la oportunidad de entender la información y quien está intentando.
Gracias.
Excelente artículo, concreto, cortito y al pie. Da en el punto y refleja la realidad de los y las habitantes de las villas de la Ciudad. La universidad no es pública si no es para todos y todas. La pobreza estructural, se combate, principalmente, con educación de calidad.
Muy buen artículo! Y que bueno que una persona del barrio, con las experiencias que tiene, tenga el lugar de contar lo que pasa.
La educación debe estar al alcance de todos los ciudadanos, acompañando a las limitaciones de cada uno.
Excelente artículo, concreto, cortito y al pie. Da en el punto y refleja la realidad de los y las habitantes de las villas de la Ciudad. La universidad no es pública si no es para todos y todas. La pobreza estructural, se combate, principalmente, con educación de calidad.
Excelente artículo, concreto, cortito y al pie. Da en el punto y refleja la realidad de los y las habitantes de las villas de la Ciudad. La universidad no es pública si no es para todos y todas. La pobreza estructural, se combate, principalmente, con educación de calidad.