Ahí, en la esquina, esa es la casa donde vive. Mis viejos me dijeron que era un músico conocido que llegó acá a Pehuajó a retirarse tranquilo. Pero onda, famoso posta eh. De los de afuera que tenían mansiones. Parece que eligió este pueblo porque cuando se murieron sus viejos le dejaron una carta que contaba que su madre biológica era de acá. Todo chamuyo igual eh, acá nadie habla ni una pulga de inglés e imagínate si encima vamos a tener un pibe y regalarlo. Nosotros no somos así. La cosa es que el viejo se mudó acá por el 2012 o algo así, compró la casa de la esquina, y nunca más se lo vio. Bah, te lo podés cruzar quizás en el almacén de Jony o dando alguna vuelta por la plaza. Pero aunque lo saludes el tipo ni se inmuta. Gafas negras, sombrero de paja, remeras gastadas y siempre de jean. El cuñado de mi hermana dice que un día se lo encontró sin anteojos y que su mirada quemaba. Cuenta que quiso hablarle y le saltó la lengua de una víbora. Todas mentiras de ese pendejo igual, siempre anda diciendo que le pasan cosas y son puro chamuyo. Cómo la vez que dijo que se culiaba a Rosi cuando ella estaba de novia conmigo. Un guacho de lengua larga… La cuestión es que mi vieja un día se fue a su casa para preguntarle si nos prestaba un teléfono porque el nuestro se había cortado. El viejo se asomó por una de las ventanas y la vio. Pasaron como cinco minutos y nada. Mi vieja se hinchó los huevos, le largó una puteada y se fue a la mierda. Mirá nomás que al toque suena el timbre, abro y había un celular nuevo con camarita en la puerta. Le puso mil pesos de crédito y nos lo regaló sin decir nada. El tipo debe estar forrado. De eso estoy seguro. Para mi debe tener la guita enterrada en el jardín. En el banco ni ahí porque acá viste como es, pones guita y el corralito te la roba seguro. Este la debe tener enterrada. Onda los narcos de la serie esa de Netflix. Y la posta, es que a este si te lo cargas en un toque, nadie lo reclama. Cavas fosas un par de días para ver dónde tiene la biyuya y cuando la encontras te vas a la mierda. A él lo dejás enterrado en alguno de los pozos. ¿Cuánto tarda la cana en darse cuenta? Ponele 2 o 3 semanas porque algún perejil del barrio tira que no lo vio en el almacén el lunes. Seguro termina siendo el ortiva de Braulio de la carnicería de lo de Chuli. Ese gordo siempre anda poniendo su nariz donde no le incumbe. Pero bueno la cuestión es que tenés 14 días para irte a dónde quieras. Para escaparnos. A ver… soñá conmigo. ¿A dónde vamos? Madrid me suena re cheto con sus reyes y espadas. ¿Me imaginás a mi con un reloj de esos bañados en oro caminando por el estadio de Real Madrid? Te digo que si me ven bien empilchado me fichan. En Miami caemos al toque. Me la quemo seguro en dos toques y algún vigilante de acá envidioso me buchonea porque no le gustan mis fotos de Instagram. Quizás a Colombia e invertimos en granjas de marihuana. O nos vamos a una islita en Panamá, nos ponemos un bar y no trabajamos nunca más. El trabajo soñado. Bueno, ¿qué decís? ¿Quemamos al viejo este de mierda o se te ocurre un futuro mejor?
Un futuro mejor

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