Hoy se cumplen 10 días de mi encierro estricto. Me contagié coronavirus y la médica me dió dos indicaciones: tomar paracetamol y no salir de mi departamento ni siquiera a tirar la basura.
Podría contarles varias cosas que me pasaron, pero probablemente encuentren historias parecidas en otras revistas. Voy a aprovechar su atención para recomendarles 5 películas que vi durante este corto pero chicloso tiempo.
Ya no sé si fue que me las crucé de casualidad o que alguien me las recomendó, pero, durante el encierro, solo vi películas latinoamericanas. Todas son espectaculares.
Me dejaron viajar a lugares increíbles de este continente y conocer muchas culturas que no sabía que existían o de las que ignoraba sus sutiles particularidades.
Si tenés mala suerte como yo y te toca hacer una estricta cuarentena o si simplemente querés ver otro barrio que no sea Hollywood, esta recomendación te va a gustar.
El abrazo de la serpiente
La película narra dos historias que se cruzan y que tienen como personaje principal a Karamakate, un chamán amazónico que es el último sobreviviente de su tribu. En 1909 se encuentra por casualidad con un científico alemán muy enfermo que vivió durante años en la selva y en 1949 con un botánico estadounidense que llega por primera vez. Los dos estaban buscando el yakruna, una planta sagrada que la tribu de Karamakate supo usar.
El cruce de estos dos mundos en dos tiempos distintos, desencadena varios conflictos que hasta el día de hoy no logramos resolver. La película es una puerta de entrada a una parte de la historia latinoamericana que para muchos es desconocida: la fiebre del caucho.
Además de que la historia es muy buena, se filmó íntegramente en la selva junto a las tribus que todavía viven ahí. De hecho, en el elenco casi no hay actores profesionales, son los mismos locales los que interpretan la mayoría de los papeles.
Otra cosa increíble es que alterna 10 idiomas (cubeo, uitoto, tikuna, guanano, inglés, español, portugués, alemán, catalán y latín) y, aunque está filmada en blanco y negro, en cada toma podés percibir los miles de colores que inundan la Amazonia.
En el 2015 fue seleccionada para competir en los Oscar como mejor película de habla no inglesa.
Retablo
Como en una especie de zoom que se aleja, esta película narra la historia de un hijo, que es la de su familia, que es la de su comunidad, la de su pueblo y hasta de su país. Son sus costumbres, miedos y prejuicios.
Segundo es un adolescente ayacuchano que hereda de su papá Noé el oficio de construir retablos (una de las expresiones artísticas típicas de Perú). Ellos viven en la cordillera, en una casa casi tan antigua como la montaña, y cada semana bajan al pueblo para vender sus artesanías. En uno de esos viajes, Segundo descubre un secreto de su papá que lo hace alejarse de él.
A partir de esto se replantea su lugar dentro de su familia, su comunidad, su pueblo y su país.
La película muestra la actualidad de las comunidades andinas y los conflictos que surgen para mantener sus tradiciones. No hay escenografía o utilería, todo es real. Además, está filmada íntegramente en quechua ayacuchano.
Ya recibió montones de premios alrededor del mundo y es la candidata de Perú para representar al país en los Oscar.
Las podés ver en Netflix.
Ya no estoy aquí
Mientras que las otras dos películas tratan sobre culturas ancestrales, pese a ser mexicana, esta se centra en una de las comunidades más modernas de ese país: la Kolombia.
Hace poco en Wacho hablamos de esta película, cuando recomendamos pelis que tratan la xenofobia. Hoy la vuelvo a traer porque es una excelente foto de la realidad de muchas personas en nuestro continente.
El protagonista es Ulises, un chico de 17 años fanático de la cumbia rebajada (un subgénero musical que mezcla la cumbia colombiana y la mexicana) que integra la pandilla Los Terkos.
Aunque la historia es de ficción, todo sucede a principios de los 2000 en Monterrey, una ciudad que durante esa época vivió azotada por la violencia narco. Fue justo en ese momento que la cumbia rebajada se hizo muy popular y sus fanáticos armaron su propia subcultura.
Por error, Ulises es el único testigo de un ataque narco entre pandillas y para salvar su vida escapa como inmigrante ilegal a Estados Unidos. Ahí, se hace mejor amigo de una chica asiática a la que introduce en el mundo de la cumbia.
La película es un gran ejemplo de cómo en nuestro continente conviven culturas tan distintas y cómo se van influyendo.
La podés ver en Netflix.
Nadie sabe que estoy aquí
A diferencia de las otras películas, esta no habla de la cultura de un país, trata sobre aspectos de nuestra cultura universal: como la discriminación, la mentira y la soledad.
Memo ya está en sus 30, vive aislado con su tío en una granja sobre el lago Llanquihue en Chile. De chico su voz fue una gran sensación de la música infantil, pero nunca nadie supo que era de él. En cambio, un chico lindo y carismático que no sabía afinar, simulaba tenerla.
La falta de reconocimiento lo llevó a alejarse por completo de la sociedad. Todo cambia cuando por accidente una chica lo escucha cantar.
Es una película que está llena de poesía y que con inteligencia critica los peores vicios de nuestra sociedad. Sigue la línea de otras películas chilenas como Una mujer fantástica y Ema. Otro motivo para seguir prestándole atención al cine transandino.
La podés ver en Netflix.
Viva
El nombre de la película sintetiza su espíritu: animarse a vivir.
Jesús es un chico de 18 años que trabaja como asistente de las travestis que cantan y bailan en un cabaret de La Habana. Su sueño es dejar el backstage y subirse al escenario. Cuando lo logra, no puede disfrutarlo porque entre el público aparece su papá, un ex boxeador alcohólico que estuvo preso por asesinar a otra persona y al que no vio por varios años. Esa noche empieza una nueva relación.
Entre lentejuelas, pelucas y ron, la película aprovecha esta historia en la que dos generaciones se encuentran para mostrar la actualidad del país.
Casi siempre que nos hablan de Cuba nos hablan exclusivamente de su política, creo que esta película es una buena oportunidad para conocer otro costado: el de su gente.
La podés ver acá
Aww los amo! Voy a ver algunas hoy, el clima y la cuaren acompañan. Gracias!!