Cuentos de Amor
Amor, sexo y…
Iban por la tercera cerveza cuando a ella se le ocurrió preguntar qué era lo que más le gustaba en la vida. Eso que lo apasionaba. Lo que lo volvía loco. En pocos segundos su cabeza pensó un millón de cosas. Pensó en ser profundo y algo intelectual, con comentarios sobre “lo efímera que puede ser la vida”, y que eso era lo que más lo desvelaba hoy en día. Esa sensación de mortalidad llena de impredecibles, llena de momentos que rozan el final. Ese pequeño límite que separa a Eros y Thanatos.
El amor mata
“Una por la mañana ni bien te levantás y la otra antes de dormir. No importa el horario, pero es importante que cumplas estrictamente con esa condición: la roja primero, la azul después. Si creés que no vas a poder seguir el tratamiento estos tres meses es preferible que me lo digas ahora, las reacciones adversas pueden ser graves y todavía no tenemos estudiado por completo lo que puede pasar. ¿Se entiende?”.
El hombre que se enamoró de Internet
Esta es la historia de Miguel, sus relaciones fallidas y cómo a sus cuarenta y nueve años por fin encontró el amor.
El amor es todo menos duda
La música lo empezaba a aturdir. Era una especie de electrónica asiática, una mezcla bizarra de Guetta con el Gangam Style. Un delirio futurista que le incomodaba cada segundo más. Pero su cerveza seguía fría y el tiempo estaba para ser matado. Por eso agarró su celular y se puso a mirar Instagram. Esa ensalada …
Esa desconocida sensación de extrañar
Era la mañana para él, y la noche para ella. Había visto sus historias de Instagram varias veces. Las repetía para no extrañarla. Su dedo gordo pisaba la pantalla como un gigante y volvía atrás.
Puntos suspensivos para una historia de a dos…
Parecía una historia imposible, una idea alocada y cercana a la fantasía, pero por algún motivo la palabra “juntos” quedó impregnada en su cerebro. La rutina se alejaba para darle lugar a una nueva aventura.
Flexidolor: un remedio para corazones rotos y departamentos vacíos
¿Y si existiera una pastilla que nos hiciera olvidar las despedidas impensadas?