Next week Honey
Por Fume
Ya pasaron 6 meses y aun sigo esperando. No se si la esperanza es lo último que se pierde, pero estoy seguro que todo es posible si tenés la estrategia adecuada. Evidentemente aún no la he encontrado y sigo esperando que me paguen lo trabajado en la temporada pasada. Sin embargo de alguna manera me siento afortunado.
Recuerdo los primeros días de mi primer temporada en California cuando dormía debajo de un puente esperando que aparezca una oportunidad de trabajo en un pueblo, paradójicamente, llamado Fortuna. Esta temporada decidí ponderar la comodidad y el último lugar que habíamos conseguido luego de hacer farm hoping1 era tan bueno que hubiese hecho desconfiar a un mendigo. En un rubro donde podés dormir en carpa con temperaturas bajo cero, sin baño, sin agua caliente, sin suministro de agua potable, ni señal de celular, ni acceso a transporte para poder irte del lugar, nosotros teníamos una casa gigante donde trimmear, con habitaciones que podíamos elegir, una cocina digna de revista de diseño de interior, Internet y una jefa tan copada que hasta me prometía ser el chef y manager del lugar y pagarme extra por ello.
En el cuento bíblico de la Torre de Babel los seres humanos trabajaban mancomunadamente y hablaban el mismo idioma. Decidieron construir una torre que los albergara a todos. Era un sueño tan grande que a Dios le dio una enorme inseguridad de sí mismo. Como castigo los hizo hablar distintas lenguas lo que terminó con esta unidad.
Hacia dentro de las farms2 la lengua también genera divisiones y conforma grupos. Como mis compañeros eran mexicanos, rusos, argentinos y gringos. La división fue clara, hispano-parlantes y anglosajones. Hablar un idioma distinto a los jefes es un placer. Casi como un código secreto de clase social en este caso.
En las farms hay dos tipos de tareas que podés hacer. Lo que se llama trabajo de campo que puede ir desde watering3 a armar y desarmar greenhouses4, mover tierra, hacer leafing5, bucking6, harvesting7 o spraying8. Todas estas tareas se pagan por hora. Pero a lo que todos venimos en general es a trimmear9. Ahí dependiendo de qué tan buena sea la mota, que tan bueno seas vos y que tan bien juegues todas las variables que puedas ver en este maquiavélico juego, está el dinero.
La industria de la weed en EE.UU. fue evolucionando, pasó de importarse desde México y ser producida artesanalmente en pequeñas granjas hippies de California a ser un negocio formal que maneja millones de dólares anuales. El proceso de legalización tardó varios años en efectivizarse. Suficientes para que el Estado pueda intervenir desde una postura más inteligente que la prohibición y sacar su tajada. Legalizar una farm es básicamente llenar formularios y pagar permisos e impuestos. La ilegalidad siempre da más rentabilidad pero el riesgo es alto. La presión del Estado a través de su aparato jurídico-impositivo-represivo generó que el mercado se transforme en un principio de oligopolio favoreciendo a las empresas con grandes cantidades de producto por sobre la multiplicidad de pequeños farmers que había en el pasado. Paralelamente el precio de la libra10 fue cayendo y junto con ello los salarios de los trabajadores de la industria llevándolos hasta a un tercio de lo que se pagaba en los años dorados. Sin embargo para nosotros como trimmigrants11 sigue siendo buen dinero en poco tiempo. Siempre y cuando te paguen.
Hay un fantasma siempre presente y no es el de la B. Es el fantasma del no pago. Si bien hay variables que escapan a nuestro control también hay detalles a tener en cuenta para aumentar las probabilidades que te paguen como saber cuando el jefe tendrá dinero o irse antes de que finalice la temporada pero anticipándoselo con cierta antelación para no generar susceptibilidades.
Se acercaba el día donde decreté que no seguiría trabajando. En el transcurso de esos meses el carruaje de la cenicienta se convirtió en calabaza y la jefa cool se volvió una de las peores personas que he conocido. Soportábamos cotidianamente un nivel de maltrato y violencia psicológica proporcional a su inestabilidad emocional. Fui despedido dos veces (y reincorporado gracias a mis compañeros de trabajo). Éramos obligados a hacer tareas no remuneradas como limpiarle la casa o realizar mudanzas acompañado del clásico discurso capitalista de que ella nos hacía el favor de darnos trabajo. Se estableció un miedo colectivo a sus brotes ciclotímicos que nunca sabías cómo podían terminar. Lo que hoy estaba bien, mañana podía ser motivo de gritos e insultos. Todos íbamos dentro de la casa con medias para que ni nos escuche al caminar.
Toda farm cuenta con trimmers y farmers. Estos últimos son los responsables del ciclo completo de las plantas, desde su nacimiento, hasta su cosecha y secado.
La Jefa tenía 3 granjas y cada una tenía su farmer. En una se encargaba un artista mexicano, en otra un gringo coleccionista de frisbis de mente adolescente y en la última estaba Paul.
Paul era químico y el mejor ejemplo de un científico loco. Era un nerd repleto de trastornos obsesivos compulsivos y conspiranoias que se la pasaba tomando alimento sintético. Tenía una orden de restricción en contra de La Jefa por acoso. No podía acercarse en un determinado radio. Sin embargo un tiempo después de la sentencia, ella aprovechó su desequilibrio mental y esta obsesión a su favor. Le pidió que se encargue de una de las farm haciéndole trabajar casi gratuitamente.
Por suerte a nuestra amada patrona le quedaban pocos días con nosotros ya que había sido juzgada por varios cargos relacionados al narcotráfico y tenía que cumplir prisión domiciliaria en San Francisco. Esta idea nos entusiasmaba ya que descomprimiría ese aire enrarecido que se cernía sobre el hogar. Pudo haber sido genial pero no contábamos con los dedos12.
¿Existe algo más desagradable que ser buchón de la patronal? Una de nuestras compañeras llamada M, rubia, con un tono de voz tan agudo como molesto y que trabajaba para pagarse las inyecciones de botox se alió con T, que era la representación de ese miedo idiotizador y sumiso del esclavo ante su amo, herencia colonialista de nuestro continente. Su frase célebre: “lo que diga la jefa siempre es lo mejor para todos”. Ambas se encargaron de contar cada conversación que se sucedía para ganarse un lugar la próxima temporada.
Los días iban pasando y nuestros espíritus no estaban para nada tranquilos. Ya habíamos dejado de trabajar y nos debían miles de dólares. Hacía ya semanas que estábamos en su propiedad esperando la paga, más pobres que cuando llegamos. En estos casos donde no tenés poder de negociación ante el narco la única opción es no abandonar la farm. Los días pasaban en esa incertidumbre. Algunos se cansaban de esa espera que desespera y se iban con la promesa en sus bolsillos.
A esta altura mi relación con la jefa era pésima. Nos odiábamos. Y peor fue cuando me descubrió intercambiando amor mañanero con la manager de los trimmers a quien hasta ese momento le tenía toda su confianza. Su lectura fue básica: ella la había traicionado y yo lo había hecho a propósito para joderla a ella. El caos reinaba.
Todos las mañanas me levantaba diciendo, como enseñan los que hacen couching, “Hoy nos van a pagar”. Hay que visualizarlo, hay que crearlo desde la mente, hay que vibrarlo dirían los hippies. Sin embargo todos las noches me acostaba diciendo “Mañana, mañana nos van a pagar”.
Un viernes llama por teléfono. No habla conmigo directamente. Si quería el dinero tenía que ir junto con la ex manager de trimmers a buscarlo a su casa de San Francisco donde cumplía prisión domiciliaria. Intuía algo extraño pero no me quedaba mucho por hacer. Se abría una luz para cobrar todo o algo o lo que sea y había que aprovecharla. Emprendí el viaje de casi 4 horas hasta esa decadente y reglamentada ciudad. Entré a la casa donde me esperaba ella, su farmer principal y mano derecha y un familiar. Allí comenzaron los gritos y la locura, sabía cada cosa que había pasado, cada conversación, cada postura, e incluso imaginaba cosas que no habían pasado pero de las cuales tenía completa seguridad. Amenazó con llevarme a la justicia por trabajar ilegalmente en el país, con no pagarme si no me revisaba todo mi auto al mejor estilo policial e incluso con matarme y desaparecerme si no me iba, que tenía amigos sicarios que le debían favores. Paranoiqueaba con que le robaba su producción. ¿Si ella no la podía vender, que le hacía creer que yo sin contactos podía mover kilos de porro por EEUU?
Me fui indignado y con un pago de solo el 40% del total. En una semana me iba a transferir el resto.
Al volver a la farm nos encontramos con la puerta trabada y aunque golpeaba y timbraba nadie venía a abrir. Le había pagado a un seguridad que tenía el tamaño de la entrada para asegurarse que no volviésemos a acceder. Ni siquiera podía retirar mis cosas que quedaron dentro. Doblemente indignado.
Con mi compañera y ex manager de trimmers decidimos irnos, nuestras mentes estaban soportando un desgaste demasiado grande.
Días más tarde, y aún no muy lejos de la casa, nos enteramos que la policía no solo agarró y encarceló a quienes distribuían sus libras en otros estados, sino que Paul llevó a las patrullas a la casa donde vivíamos. Menos mal que no estábamos más ahí. Pero la noticia no terminaba aquí. Paul no quería irse de la farm donde vivía. Pretendía quedarse ahí, quién sabe por que. La Jefa mandó a uno de nuestros compañeros de trabajo a esa propiedad y Paul no se lo tomó nada bien. Le dio un hachazo en el estómago y otro hachazo en un brazo.
Como dije al principio, de alguna manera me siento afortunado aunque hayan pasado 6 meses y aún sigo esperando. Pero tengo fe. La semana próxima parece que nos pagan…
El Oso Pepo
Por Fume
Google Maps nos decía que si tuviésemos auto tardaríamos 4 horas y media. Pero no tenemos.
Acabábamos de trabajar en una farm de hippies gringos. Amor y paz y te cojo por detrás. Tuvimos que limpiar más de una tonelada de basura repleta de jeringas, pañales y materiales descartables. Era de los farmers anteriores nos dicen, se ponían de heroína hasta los huevos y todo lo compraban descartable para luego tirarlo en la puerta de la casa.
Es lo que hay de trabajo y nuestro objetivo es claro, hacer dinero. Lo que haya para hacer, lo hacemos y bien. Pero si queríamos trimmear había que esperar dos o tres semanas a que empiece el harvest13. El manager hippie nos da el contacto de esta otra farm cerca de Murder Mountain. Para ese entonces la serie de televisión no existía para spoilearnos un poco de lo que podría pasar. También nos dice que solo pueden pagarnos la mitad, que el resto nos lo van a enviar. Solo podemos confiar. Nos miramos con mi amigo y nos convencemos que todo va a estar bien.
Las cuatro horas y media se convierten en 4 días. Este es el peor país que he conocido para hacer dedo. Durmiendo al lado de la ruta, casi sin comida, sin agua y mi amigo se olvida en uno de los aventones la mitad que le habían pagado.
Trato de convencerlo que al menos la chica del auto donde lo olvidó nos había caído bien. Que lo tome como un regalo. Que hay que dar para recibir. No sé si me lo creo, pero tenemos que mantener la moral arriba.
Nuestra suerte parece cambiar cuando logramos comunicarnos con el contacto de la farm. Al quinto día de estar en la ruta nos pasa a buscar en un Volvo descapotable.
Llegamos a una farm gigante. Nos dice que tienen más de 10.000 plantas. El terreno está dividido en dos. Una mitad que la renta esta gente y la otra mitad donde vive el dueño que también es farmer y tiene otros tantos miles de plantas. “Lamentablemente no son las strains14 que querían” nos dice. Sucede que cayó el grupo SWAT antes que lleguemos. Alguien que se tiroteó con la policía estaba escondiéndose en la farm. Durante una madrugada con granadas de aturdimiento y fusiles de asalto había entrado el grupo comando. Todos terminaron esposados, las miles de plantas cortadas a machetazos y el dueño de la farm procesado porque encontraron 20 armas ilegales y muchos kilos de municiones. Si bien nadie fue preso, él iba a enfrentar cargos acumulables con una posible pena de más de 5.000 años. Dicho de otra manera, cadena perpetua.
Nos lleva hasta los greenhouse donde íbamos a empezar a trabajar. Tenemos que hacer leafing nos comenta. Abrimos la lona y vemos cuatro bellas mujeres transpiradas y en bombacha sacando hojas de unas plantas de cogollos enormes. Nos miramos con mi amigo y nos abrazamos con la mirada. Definitivamente nuestra suerte parecía haber cambiado.
En California hay que saber disfrutar esos buenos momentos porque cada nuevo día todo puede cambiar. A los pocos días nuestros managers toman de más otra vez y deciden demostrar su cariño y amistad al estilo gringo, osea a las piñas. Con las chicas tenemos que intervenir para separarlos. La cosa se fue de las manos. Sangre por doquier, mechones de pelos arrancados, caras desfiguradas, amenazas de muerte, bates de baseball, rotura de puertas y yo de ilegal en una farm ilegal donde ya cayó el SWAT. Tengo que salir de acá.
El carisma de las chicas nos ofrece un lugar en la farm del dueño, la de al lado. Sabemos que en el melodrama de este mundo de la marihuana posesivo y enfermo esto va a tener consecuencias. Irte con el vecino, con el que existen tensiones, nunca está bien visto y nuevamente vamos a tener que pelear para que nos paguen lo que habíamos trabajado. Hasta aquí con mi amigo ya habíamos estado en tres farms y solo una nos había pagado la mitad. Bueno, mi amigo ya no tenía ni eso.
El terreno es enorme. El grado de consumismo de este país y en esta región es inaudito. Allí, yaciendo en el abandono hay lanchas, camiones con acoplado, camiones chicos, camionetas 4×4, motos de agua, motocicletas, generadores de más de 100.000 dólares, autobuses, casas rodantes y un sin fin más de cosas que juntas valdrían millones de dólares. Pero ahí están, descartadas de su utilidad, pudriéndose en la inacción absoluta. Me imagino vendiendo todo por Internet…
Trabajan con nosotros unas veinte personas, la mayoría de EEUU. Vienen de distintos lugares, distintas historias pero todos tienen algo en común: la adicción. Nuestro desayuno ofrecido pasa de ser productos orgánicos a rayas de metanfetamina y cocaína. Dormir es para unos pocos. Se trabaja de día y de noche. A veces sin parar entre uno y otro. Podrán ser yonkees pero no quita que tengan buen corazón, siempre nos convidan. Nunca había visto tanta generosidad con drogas tan individualistas.
Los excesos se vuelven parte de la cotidianeidad: crack, lsd, cocaína, meth, opiáceos, alcohol, hongos… y así se suceden los días. Trabajando duro. Se acerca el día de acción de gracias. Para la mayoría de nosotros extranjeros iba a ser la primera vez en estar presentes en esta fecha antropológicamente tan interesante. ¿Se imaginan toda la familia de la farm en una mesa redonda comiendo un pavo?
Nos llegan noticias de un accidente en la ruta. Un hombre puesto de metanfetamina había chocado con una familia que iba borracha. En la escena hay armas ilegales y un oso cazado ilegalmente también.
Ricky Espinosa cantaba “nunca seré policía” con su banda Flema en los 90’s. Acá no saben quién es, pero amigos de la policía saben que nunca van a ser. Una parte de la banda va a ayudar. Nos aseguramos que la gente esté bien primero. Escondemos el revólver y nos traemos el oso antes que lleguen los patrulleros y ambulancias. Aquí no ha pasado nada señores.
Nos sentamos en la mesa y tenemos comida para unas 60 personas pero no somos ni 30. El exceso en todos sus sentidos caracteriza a esta sociedad. Los miro a todos y cada uno, que grupo de personajes divinos. Nunca imaginé que el oso podría ser tan delicioso.
1 Dicese de ir trabajando de una granja a otra por periodos pequeños de tiempo.
2 Granja de Marihuana
3 Regar las plantas de marihuana
4 Invernaderos donde se puede cultivar durante casi todo el año.
5 Sacar las hojas grandes o amarillas de las plantas
6 Cortar las ramas en partes mas pequeñas para meterlas en contenedores plásticos
7 Cosechar las plantas.
8 Fumigar con spray las plantas. Pueden utilizarse distintos químicos orgánicos o inorgánicos
9 Viene del verbo Trim. Es la tarea de limpiar cogollos de ramas y hojas. En general es un trabajo manual donde se utilizan tijeras.
10 En EEUU se utiliza el sistema imperial. 1 libra (pound) = 454gramos.
11 Denominación peyorativa utilizada para los inmigrantes que trabajan en la industria de la marihuana
12 Expresión mexicana para referirse a quien cuenta todo lo que no debería contar en su afán de salvarse el propio culo.
13 Cosecha de marihuana.
14 Dicese de las distintas variedades o genéticas de las plantas. Cada una tiene un nombre como Súper skunk, OG, Purple haze, etc.
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