¿Viste cuando te dicen cuidado con lo que deseás porque se puede volver real? Para mi Argentina es eso, un deseo muy fuerte hecho sin consciencia.

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Yo ya te lo expliqué. No es que no quiera viajar con vos. No quiero viajar con tu ansiedad. No quiero sentir su peso en mi espalda o entre las sienes

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¿Me pueden explicar por qué me disfrazaban de panchera?, ¿Cuándo nació esa costumbre argentina?, ¿A quién se le ocurrió que era divertido ponerse un delantal con nuestros papás y repartir una torre de panchos?

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De chica tenía una fascinación por el programa “Vestido de novia”, que mostraba los altos y bajos de una prometida para encontrar la prenda de sus sueños

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Me transporto a mi infancia, a las tardes de juegos infinitos en la casa de mi abuela Lala, con mis hermanas y las vecinas del barrio, donde el tiempo parecía detenerse

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Una eterna discusión respecto a  la incorporación en el fulbito de nuevas personas, nos encontró chocando sobre nuestras posiciones

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Desde que empezamos a salir del país, hace un par de años, las comidas familiares en diciembre se volvieron un evento fantasioso olvidado

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Estaba descalzo y no eran épocas para andar descalzo. Le había dado sus zapatos hermosos, resistentes y abrigados al chico que dormía en la esquina del Parque Rivadavia.

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Una vida entre pelis, música, tele y mucho talento.

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La respuesta a tu respiración pausada no es la falta de aire.

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