Querido Diego,
Siempre me pregunté qué te diría si te tuviese enfrente. Si me fundiría en un abrazo eterno como tantas veces lo hiciste con el Cani, si balbucearía palabras al azar intentando demostrarte mi amor, si te pediría una foto para enmarcarla en mi mesita de luz o si simplemente te agradecería las tantas sonrisas que me sacaste cada vez que te veía gambetear a un jugador. Si bien siempre fue una gran fantasía, nunca pensé que iba a escribir esto sabiendo que esa añoranza hoy ya es un imposible.
Me cuesta pensar un año de mi vida donde no haya puesto un compilado con tus gambetas y se me piantaran lagrimones. Noches de bajón donde tu zurda me daba pura felicidad. Mi adolescencia con tus pósters en mi cuarto, las tardes que me rateé del colegio para ir a bancarte al sanatorio, ver con mi familia a ver La Noche del Diez, los DVD’s de tus tiempos en Napoli, desviarme kilómetros especialmente para pararme en tu santuario italiano… Sí Diego, sin quererlo fuiste parte de mi vida y lo vas a seguir siendo.
Sos y vas a seguir siendo siempre el argentinismo más puro. Esa pasión, esa puteada, el bardo, la sonrisa pícara, la canchereada, la solidaridad, el amor por los viejos, los asados de los domingos, la juntada con amigues, el gol con la mano, la gambeta perdiendo uno a cero, la caída y la levantada cual Goliat cuando nadie lo espera… Sos ese llanto en la bombonera y “la pelota no se mancha”. Sos la palomita en un Monumental inundado y un “que la sigan chupando”. Sos el gol más grande de toda la historia. Sos la remera trucha de un chico en África que no tiene más que un 10. Sos el ying y el yang. Sos Maradona.
Muchas veces pensé qué pasaría el día que vos no estés más en la tierra para gambetear a un inglés. Muchas veces imaginé el día en que la única inmortalidad en la que creí en mi vida, llegaría a su fin. Muchas veces practiqué el silencio eterno para homenajearte el día que ya no estés. Y, hoy acá con lágrimas que me enseñan que el vacío puede ser mucho más doloroso de lo que creía, te siento más cerca que nunca. Hoy el mundo perdió al mejor jugador de todos los tiempos, y yo perdí a mi ídolo. Hasta siempre D10S.
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