Benito tiene 11 años. Pero parece de 8. Benito sufrió varios problemas de crecimiento, por lo que su infancia se alternó entre anestesias, quirófanos, juguetes y libros. Conoce los hospitales tanto como a su escuela. Pero mejor, lo dejo hablar a él.
Hola, yo soy Benito. Los días de lluvia en la escuela me gustan por dos cosas. Por un lado porque no bajamos al patio grande y entonces nadie juega al fútbol. No me gusta y además siempre me golpean con la pelota. Por otro lado, me gustan estos días, porque cuando llueve, Sebastián siempre falta. Él no es mi amigo. Bah, no es de mis más amigos. Casi siempre está molestando a los demás. A veces solo, y otras con José.
José es ese que está ahí, comiendo su sándwich. Siempre trae el mismo. Cuando está solo, es mi amigo, pero si viene Sebastián y se junta con él, ya no mucho.
En cambio Lautaro, si es mi amigo, mi mejor amigo. Y su mamá es amiga de mi mamá, y siempre vamos a su casa. Pero nunca a la mía. Mamá dice que papá trabaja todo el día y que lo mejor es dejarlo descansar. Por eso siempre vamos a lo de Estela, la mamá de Lautaro. A su papá nunca lo vi.
Los otros días que más me gustan en la escuela, y quizás los únicos, son los miércoles. Es el día que tenemos música con el profesor Marcos. Y además, es el día que menos horas tenemos con Jorgelina. Solo un rato de matemática al principio.
Jorgelina es mi maestra, la de quinto grado A. Es buena, o al menos eso dice ella, pero la realidad es que grita mucho y eso me hace doler la cabeza. Además, a veces me reta porque estoy mirando la ventana, y no me gusta. Pero al que más reta es a Sebastián. Todo el tiempo.
Hoy es mi día de suerte. Llueve y además es miércoles. Ya pasó la primera hora con Jorgelina y es el recreo. Estamos esperando con Lautaro que venga Mica con la soga para saltar. Cuando el patio grande está mojado, el recreo lo hacemos en otro más chico, donde está prohibido jugar al fútbol. Entonces saltamos la soga, con los que quieran, pero siempre nosotros tres.
Mica, o Micaela, es mi mejor amiga de las mujeres. Las demás gritan mucho y no me dan mucha bolilla. Mica es tranquila, y vive cerca de mi casa. Todos los días nos volvemos juntos, salvo cuando voy a lo de Lautaro. Ella a veces viene también, pero no tanto. Me gusta mucho estar con ella.
Esta es mi escuela, acá pasó ocho horas todos los días de lunes a viernes. Acá pasan muchas cosas. Peleas, juegos, abrazos, golpes, llantos, risas, aburrimientos, enojos, celos, burlas, vómitos, viandas, vergüenzas, polleras, pelotas, pruebas, personas como Sebastián, otros como Lautaro, Mica, el de anteojitos que siempre está llorando, mi amigo gordo de sexto que se llama Ariel, la maestra de Inglés Miss Jesi que siempre te saluda con un beso si te agarra desprevenido, el portero con cara de culo, y todas estas personas que ven acá. Esto, es un mundo, y los invito a que lo conozcan conmigo.
Bueno, los dejo porque ahí vienen Mica y Lauta y nos vamos a saltar la soga. Chau.
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